La fe es una de las tres virtudes teologales, a saber:
La fe, la esperanza y la caridad.
Todos sabemos quĂ© es la caridad, pero no dando lo que sobra, se sobrentiende. Señal de que amamos al prĂłjimo como a nosotros mismos. ¿Si?
La esperanza es ese sueño verde que nos mantiene vivos y en el que todos esperamos o esperan subir al cielo cuando mueran.
Y la fe, virtud por la que creemos en Dios.
Si bien, esas tres virtudes, son virtudes teologales (teologĂa: ciencia que trata de Dios), tambiĂ©n pudieran y debieran ser virtudes simplemente humanas.
La caridad es esencial para que las personas que tienen menos vivan un poco mejor, y no solo econĂłmicamente, hay muchas formas de tener caridad con el prĂłjimo, si no que le pregunten a los ancianos sin compañĂa por ejemplo.
La esperanza, siempre debe ser lo Ășltimo que se pierde y el alimento que nos aliente siempre a seguir adelante, aunque haya trabazones, tropiezos, muros, paredes, y demĂĄs, siempre adelante con una esperanza.
Y la fe, la fe mueve montañas, pero la primera fe que hay que tener es la fe en nosotros mismos, nunca hacernos de menos, menospreciarnos, mirarnos mal. Siempre hay que tener fe, incluso en los demås.
Tengo la fe y la esperanza de que la caridad de las personas termine con la guerra.
Puafff.
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