Procede del latín, cómo no, "variegare" (adornar con variedad de colores y cosas) y el sufijo "ado" (el que ha recibido la acción.
Por lo tanto, abigarrado, literalmente sería: El o la que se adorna con variedad de colores y cosas.
Cosa casi idéntica a lo que indica la RAE:
-De varios colores, especialmente si están mal combinados.
-Heterogéneo, reunido sin concierto.
Se me viene a la mente esta palabra escuchando las tertulias tarde a tarde, noche a noche; y las tertulias de las mañanas, y el "porculeo" del medio día, y así todas las jornadas del año.
Son todas un batiburrillo heterogéneo de opiniones, muchas de ellas vanas, sin sentido, arengadas por partidos o ideologías políticas y pesimistas en grado sumo.
Muchas veces no comprendemos como pueden aludir tan vehemente a algo y después pasar por alto, o incluso defender lo indefendible, pero claro, es de tu cuerda o de tu partido.
¡Pues señoras y señores abigarrados y abigarradas, ya es hora de combinar coherentemente los esfuerzos necesarios para sacar a este país adelante, condenar lo condenable, defender lo defendible y por supuesto glorificar lo glorificable (que es más bien poco o nada, diría yo)!
¡Ay las tertulias! Un nuevo retiro dorado para que los políticos, en teoría retirados de la vida pública, a parte de otras colocaciones en empresas y organismos semi-públicos, continúen percibiendo emolumentos y más emolumentos y más emolumentos.
Pero como decía mi queridísimo compadre Juanjo Villagrán (allá donde estés amigo, cuida de nosotros que falta nos va a hacer)
¡Al final "to" una leche, como la calle de la paja!
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