Este vocablo proviene del latín "sordere" , que nada tiene que ver con los que tienen perdidos el oído (estar sucio) y el sufijo "idus" (que posee una cualidad perceptible por los sentidos).
Todo ello derivado de la palabra "sordes" (suciedad o mugre, lo oscuro por sucio y también las vestimentas oscuras, raídas y descuidadas que eran propias del luto)
La sordidez o el ser sórdido o sórdida hoy en día tiene dos vertientes, dos acepciones; una referente a la suciedad del cuerpo, de la ropa, pelo etc.; y otra mucho más delicada que es la suciedad el alma.
1.- Que es miserable o sucio/a.
2.- Que es indecente o malicioso/a.
La segunda acepción como comprenderéis es mucho más peligrosa que la primera, y solo por un motivo; la primera se solventa con una mano de jabón con agua, algo de ropa limpia o nueva y un poco de dinero. La segunda no tiene visos de solucionarse con nada.
¿Por qué?
Porque es una condición humana, y como la mayoría de las condiciones humanas son de la misma índole que la del lechón.
Y si naces lechón o lechona, amigo o amiga, siempre serás un cochino o cochina hasta que seas un cochino muerto.
Y un sórdido o sórdida en la segunda afección tiene un máximo de peligro...
¡Dios nos libre!
![]() |
Foto de mi amiga Juani Mora. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario