Esta palabra proviene, cómo no, de latín: "univocus" que a su vez está compuesto de dos palabras: "uni" (uno) y "vocare" (llamar, dar nombre); por lo que "univocus" significa: lo mismo que otro, que tiene un solo significado.
La RAE lo determina como:
-Que tiene la misma naturaleza o valor que otra cosa, que solo tiene un sonido, que solo tiene un nombre.
Y todo esto se me ha venido a la mente por una frase que subió mi amigo y compañero Claudio a nuestro grupo el otro día, una frase del gran político que fue Julio Anguita, al que como casi siempre, se le reconocieron sus virtudes después de muerto.
Julio decía:
"No me da miedo el ruido del poder, me da miedo el silencio del pueblo" Julio Anguita 1941-2020.
Y dada la palabra de hoy, me da en la nariz que todos, o la mayoría de los políticos, para que las excepciones no se sientan dolidas y sean del color que sean, cada vez son más unívocos, con la misma forma de actuar, con la misma forma de proceder, con la misma forma de tratar al pueblo, y sin ningún tipo de miedo ni de respeto al silencio de ese pueblo; no les da miedo el ruido del poder, pero tampoco, ni mucho menos el silencio del pueblo; y el pueblo, amigos míos, está ya hasta los mismísimos cataplines de ellos.
El día que el pueblo hable...
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