Es un adjetivo que deriva del vocablo latino "menester" (en su acepción de necesidad) y del sufijo "oso" (osus= abundante en).
Por lo que menesteroso lo podríamos determinar literalmente como necesitado en abundancia.
Aunque la palabra "menester" es un apócope de "ministerium" que significa: ocupación, tarea, obligaciones o trabajo de un "minister", o sea, de un servidor o criado. Jejeje, servidor o criado un "minister", jajajaja.
En español, a raíz de la frase: Lo que sea menester, tomó la acepción que hoy tiene el vocablo.
Los menesterosos son, según la RAE: faltos, necesitados, que carecen de una cosa o de muchas cosas.
Pero, no así, los ministros, que ya no son sirvientes de nadie, se sirven a sí mismos y se sirven de nosotros mismos.
¡Anda que de un menesteroso a un ministro, que en un principio no había poca diferencia, lo lejos que están ahora unos de otros.
Y yo, yo soy un menesteroso...
¡Si, lo confieso, un menesteroso!
Soy menesteroso de tus ojos, menesteroso de tu sonrisa, menesteroso de tus labios, menesteroso de tu cuerpo, menesteroso de tu pelo, menesteroso de tu piel, menesteroso de tu paz, menesteroso de todo tu ser.
No llego a ser un mendigo, pero me acerco tanto...
![]() |
Foto de mi amiga Juani Mora. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario