Cuando vives un amor sin ser amado o amada, cuando "disfrutas" de una felicidad sin sentirla, cuando sufres una tristeza sin pena, cuando padeces un dolor sin quejas; cuando escuchas una risa sin divertirte, cuando diriges una mirada sin retorno, cuando regalas una caricia sin que se le ericen los vellos; cuando notas que aportas y no recibes, cuando presentas amabilidad y recibes acritud, cuando el sexo se convierte en mala rutina, cuando besas a unos labios marmóreos; cuando descubres que nada vale para nadie, ni nadie vale para nada si no quiere, cuando vives sin vivir ya en tí; es hora de sacar del baúl de los recuerdos el viejo pic-up, ese lleno de polvo, donde escuchabas los Lps de vinilo recién salidos del horno; abrir discretamente la cristalera del armario donde duerme en pié toda esa música que te hizo feliz y buscar encarecidamente el último Long Play de uno de los mayores genios de la música moderna, el Double Fantasy de John Lennon para dar rienda suelta a la primera canción: Jus´t like starting over (Como si comenzáramos de nuevo) e intentad vivid encarecidamente, empezando de nuevo vuestra historia.
Mas, si es imposible hacer realidad el título de la canción, por falta física de alguna o alguno, porque el alma de uno o de otra ya ha volado a otro sitio, y el cuerpo está deseando albergarse en otro nido, o porque es imposible la paz; entonces, habrá que seguir buceando en la discoteca, y encontrar y pinchar: Melancolía, de Pipino di Capri. (El período de luto como dicen, hay que pasarlo).
Pero esa canción, sólo debes escucharla un rato y buscar de nuevo, contínuamente, entre los vinilos olvidados, hasta que encuentres uno de Camilo Sexto titulado: El amor de mi vida.
Entonces, sólo entonces, es cuando tú solo, o tú sola, comenzarás realmente a vivir de nuevo.
Gracias.
ResponderEliminarBesos