No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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17 agosto 2018

EL PÉSAME.

Había pasado un año del accidente que le costó la vida a parte de la familia, como desde antaño se iba a celebrar la misa por el eterno descanso de los fallecidos, era la misa del recuerdo, esa que se hacía antes todos los años para que los familiares muertos descansaran en paz.
La convivencia entre la familia no iba demasiado bien, ya antes del accidente los rifirrafes entre hermanos por la finca que el padre tenĂ­a, y que serĂ­a para ellos cuando Ă©l faltara, eran continuos, no habĂ­a un dĂ­a en que no se faltaran al respeto, pero hoy era un dĂ­a especial.
Esa noche, en la parroquia, se reunĂ­a la familia para evocar, en el recuerdo, a las vĂ­ctimas del accidente, y rezar, el que o la que fuese creyente, por ellos y ellas.
El padre, la sobrina, la abuela y el pequeño; todos se fueron en un abrir y cerrar de ojos por una imprudencia ajena a ellos, pero se fueron,  y a todos los que estaban esa noche en la misa, algo de familia les salpicaba.
Cuando terminĂł la celebraciĂłn y el rĂ©quiem, el sacerdote los indujo a retirarse en paz y se adentrĂł en la sacristĂ­a; y ahĂ­ es donde empezĂł la sinrazĂłn.
De nuevo los hermanos se enzarzaron en la misma discusión de siempre por la puñetera finca, sabiendo a ciencia cierta que la vida es muy efímera, como demuestra lo que le sucedió a sus familiares, y que nunca te podrås llevar nada; se insultaron y empezó la trifurca; no tuvieron ni la deferencia de esperar a salir de la iglesia, ante el catafalco que representaba a las víctimas se encizañaron en una controversia que les llevó a las manos.
¡Que lĂĄstima por Dios! ¡Que humillaciĂłn! ¡Que vergĂŒenza!
Seguro que serĂ­an las palabras que se hubieran podido escuchar de los familiares fallecidos si Ă©stos hubieran podido hablar, y los de abajo los hubieran podido escuchar.
Desde aquí les doy mi pésame, ademås de por la marcha de sus seres queridos, por el comportamiento tan indecente que tuvieron en la iglesia.
Y como digo muchas veces: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, no tenéis mås que mirar, oír o escuchar las noticias.

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