Supongo que esta frase, no he encontrado nada que me lo indique, proviene de un fallo garrafal a la hora de contar los bultos en un almacén, en un puerto, o en un porte.
Contarían los bultos para trasportar y algún que otro se perdería, y cuando el viaje llegara al destino que lo esperaba, faltaría alguno, y claro está, ahí había un error de bulto; del bulto que se habían llevado.
Ese sería el principio, el origen de esta frase, pero hoy en día adquiere otro significado...
Un presidente de una gran nación (nación grande) preguntaba televisivamente si se podrían inocular a los enfermos del COVID19 desinfectante o alcohol en vena, para acabar con el virus que los tuviera infectados; eso supuso más de 400 o 500 preguntas al teléfono de sanidad en un día y unas ciento y pico de personas intoxicadas, y algunas graves.
Esto es, en toda la extensión de la frase, un grave error de bulto, pero del bulto que tienen algunos dentro de la cabeza para pensar.
Se están acusando entre sí, unos y otros de diferente ideología política, de los errores (algunos de bulto, dicen) que se están cometiendo en el trato de esta pandemia; y no solamente en el trato de la pandemia en sí, sino en el tratamiento del principio del todo, de la forma de actuar cuando esto no era lo que ahora mismo nos tiene encerrados y agobiados.
Cometen un error de bulto, todos a los que se les ha dado la mano para que liberaran un poco la presión sobre los niños, y se han tomado: el antebrazo, el codo, el brazo y hasta el hombro.
Bares que deben estar de una forma y se encuentran abarrotados, todos juntos y revueltos.
Bares que deben estar de una forma y se encuentran abarrotados, todos juntos y revueltos.
En fin, desde que este virus se convirtió en pandemia...
¿Sabremos algún día cuántos errores de bulto se han cometido por parte de todos, incluso de nosotros mismos?
Pues ahí va la solución en un dicho de mi abuela, de hace mucho, mucho, mucho tiempo:
"Un error de bulto no puede estar mucho tiempo oculto".
¿O sí?
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