No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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22 abril 2020

PADRES Y MADRES SEVEROS.

Mi padre era un hombre: recto, honrado, entregado a los demás, fiel, pero también fue un hombre severo; severo y muy duro en sus castigos. Quizá demasiado obsesionado con lo que le rodeaba, pero buen hombre; jamás, ni yo ni mis hermanos fuimos capaces de faltarle nunca al respeto ni desobedecerlo, solo tenía que mirarnos...
Hoy en día la cosa ha cambiado...
Ha cambiado tanto...
Los que hoy somos mayores, la mayoría, y hemos crecido con esa severidad, y algunos/muchos maltratados (no fue mi caso) y viviendo en una plena dictadura en casa, cuando tuvimos nuestros hijos, nos prometimos que eso no lo haríamos con los ellos.
Y erramos, al pretender ser amigos y amigas en vez de padres y madres, fallamos en no aprender a decir no; como los nuestros, nos equivocamos al olvidar un poco de severidad; y claro...
Y si por ende, le damos la vuelta a la tortilla, algunas veces, la severidad con la que nos tratan nuestros hijos resulta un poco excesiva, diría yo.
Tengo confesiones de padres y madres que para ellos queda lo que están pasando.
Como en todo, hoy en día, el ancho del embudo siempre mira para el otro lado.
Y en muchos casos, también hay que son serveros con sus padres o madres, ya ancianos, interpretando el papel de lo que son para ellos sus padres, otros hijos de ahora, pero más grandes y viejos. .
"Por severos que sean un padre o una madre juzgando a sus hijos, nunca serán tan severos como un hijo o una hija juzgando a sus progenitores."

Foto de la página arriba indicada.

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