No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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04 abril 2020

PERSONA FELIZ.

Johann Wolfgang Goethe fue un poeta, dramaturgo, novelista y científico alemán (1819-1880); dejo una profunda huella entre importantes escritores, compositores, y artistas posteriores, siendo incalculable su marca en la filosofía alemana posterior a él.
Su padre, abogado y consejero imperial, decidió abandonar la vida pública para educar a sus  hijos con la máxima de "no perder el tiempo en cosas mínimas":
Habla de la felicidad, de lo que es ser feliz, y de las personas más felices del mundo.
Por lo que este señor piensa, erudito en las lides del pensar, filosofar y discurrir; en el mundo hay muy pocas personas felices según yo veo a diario.
Escasas personas felices, y ahora con esta pandemia que tenemos encima de nuestras cabezas, es cuando se ven a legua los infelices.
Esos infelices que ven todo lo de enfrente negro y lo suyo blanco; que sienten como si fuera un navajazo en sus carnes, igual que debe de sentir el contrario un pinchacito de un alfiler en las suyas.
¡Infelices! ¡Grandes infelices!
Nunca alcanzarán la felicidad; ni los altos gerifaltes que encabezan los partidos, ni los "mindunguis"(mindundis) que son los últimos pelos del sobaco de los gerifaltes; "mindunguis" que no les importan un carajo a los de arriba y que se sacan los ojos con los otros ""mindunguis" de enfrente defendiendo, a veces, lo indefendible.
Harto de infelices e "¿infelizas?" que ensucian las redes sociales, que tan necesarias en estos momentos son,  vomitando heces  sobre los de enfrente; saciados de infelices que no aportan ni un gramo de felicidad a los demás con sus arengas innecesarias en estos momentos. Si solo se dedicaran a publicar noticias verdaderas, entonces, quizás...
Y no me refiero solo a personas infelices, también hay medios de comunicación infelices, y precursores de bulos malditos, que por ende, también son infelices máximos.
Me voy a volver con Goethe porque me enervo...
Ya lo advirtió Moisés en el resumen de sus diez mandamientos: "Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo" y Jesús de Nazaret lo refrendó continuamente en sus predicaciones; Goethe lo advirtió  hace casi  dos siglos:
"La persona más feliz del mundo es la que sabe reconocer los méritos de los demás y puede alegrarse del bien ajeno como si fuera propio". 
¡Po ná, que no pue sé, que no aprendemo ni pa la leche que mamó!
Hoy me ha salido en andaluz.


Foto tomada de la página web: wattpad.com






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