AL PAIRO.

Menear con los brazos las gavias (velas del mástil mayor) y las vergas (perchas perpendiculares a los mástiles) para que reciban el viento de proa, o sea de cara a la embarcación; arriar un poco la escota, que sirve para regular el viento sobre la vela, y colocar la caña del timón a sotavento (a donde el viento se dirige), con eso se mantiene la embarcación estática, sin movimiento.

Esto es lo que significa hacer o ponerse al pairo, aviar al barco para que se quede en la misma posición en la que está evitando la fuerza del viento.

Por aplicación a la vida diaria, quedarse quieto, sin hacer nada, sin implicarse en nada, sin importarnos nada, es que te la trae al pairo.

Por degeneración del vocabulario, lo que debería ser: "me la deja floja" se tergiversa a "me la trae floja" con clara relación a una mezcla de no importarle nada y traerlo al pairo.

¿Cuántos barcos hay en el mundo disfrazados de personas, pudientes o no pudientes, ricas o no ricas, poderosos o no poderosos, políticos, dirigentes, etc., o de uso común que han, o hemos caído en un pario tan grande como el triángulo de la Bermudas?

En internet, como siempre, se ven cosas de risa; algunos informan que Alpairo de Guimaraes era el último hijo del rey de Portugal Joao III; este exponía las noticias a la corte, por ejemplo:

-Se nos informa que en la ciudad de Setúbal existen ochenta y tres casas que miran a poniente, esta noticia nos la trae Alpairo (persona). La corte adoptó esta expresión para determinar lo que no le importaba nada.

Evidentemente Joao III que reinó entre los años 1521 y 1557 tuvo nueve hijos, pero como es de suponer ninguno se llamaba Alpairo.

Por lo que al pairo solo significa que todo nos importa "un carajo" (otro término náutico que ya definí hace tiempo), y lamentablemente así nos va.

¡La madre que nos parió, no pairo!

Foto extraída de la página: dosvelas.jimdofree.com.