Cuando la
mañana "brumea"en el ambiente, él está como agazapado, escondido,
esperando su oportunidad para hacerse dueño y señor de la luz del día.
Sabe que tras
una niebla que coarte sus rayos, llegará el momento en que su poder, sobrepase
los vapores blancos y vuelva a lucir si cabe con más esplendor, con más fuerza.
Podrá haber
días llorosos por su ausencia, llenos de nubarrones negros; podrá haber y de
hecho hay, noches oscuras por su sueño, solo iluminadas tenuemente por el rubor
de la luna. No hay que tener miedo cuando todo se oscurezca, nunca será eterna la oscuridad; porque lo único cierto es que siempre, y después de todo, siempre
vuelve a brillar.
Aunque algunos y algunas creamos que lo negro será o va a ser eterno, nada más lejos de la realidad.
Abramos la
ventana de nuestra alma, para escuchar a George Harrison.
Here comes the sun. " Ya llega el sol".
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