¡QuĂ© instructivo es
un partido de fĂștbol!.
Algunos, o muchos,
dirĂ©is que estoy loco; quizĂĄs lo estĂ©….
Y como quizå esté
loco, se me han venido a la mente muchas cosas escuchando ayer un programa
deportivo por la tarde.
DecĂa el locutor:
-Si el ĂĄrbitro hubiera pitado penalti, el partido hubiera tenido otro
resultado; sĂ o no, pero si se hubiera desarrollado de otra forma. Y para
muestra un botĂłn.
Escuchando esta
conversaciĂłn se me ha venido a la mente la similitud entre un partido de fĂștbol
y la vida misma.
Lo que te haya
pasado en la vida, pasado estĂĄ, no vale de nada decir…. Si yo hubiera hecho
esto, o lo otro, habrĂa pasado esto o lo otro, lo hecho, hecho estĂĄ.
Hay lesiones,
recuperaciones, unos que trabajan mucho y cobran poco, otros que trabajan poco
y cobran mucho, gente que se lo lleva calentito, un ĂĄrbitro que es el destino,
unas reglas de las que no debes salirte, castigos en forma de tarjetas si te
sales de las reglas; equipos diferentes, razas diferentes, unos mĂĄs pobres,
otros mĂĄs ricos; unos mĂĄs endeudados otros menos. Hasta en el tiempo que vas a
jugar se parecen, ningĂșn jugador de fĂștbol sabe, cuando salta al terreno de
juego, cuĂĄnto tiempo va a jugar, lo mismo que nosotros, cuando saltamos al
campo de juego de la vida, sabemos exactamente qué tiempo vamos a vivir, por
ello; en el tiempo que nos toque estar en el campo; seamos limpios en el juego,
no intentemos que nuestro trabajo lo tenga que hacer el de al lado, no
intentemos engañar al årbitro y seremos mås aplaudidos cuåndo nos llegue la
hora de retirarnos del campo.
Buen partido.
Buen partido.
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