Cuando pasas por su lado, lo primero que
te atrae es su perfume; te transporta a otra dimensiĂłn. MĂĄs tarde admiras su
belleza y te enamoras de ella. Todos los dĂas cuando pasas a su vera, te quedas
mirĂĄndola atraĂdo por su figura esbelta; ademĂĄs te sigue embriagando su
perfume. Quieres llevarla a casa para convivir con ella, para que te haga
compañĂa, para mirarla cada mañana al levantarte, como el sol
mira a las copas de los ĂĄrboles. Una tarde de primavera, decides hacerla tuya y
la llevas contigo. Pasados unos dĂas, te das cuenta al tocarla, de que lo
bello, por muy bello que sea, también te puede hacer daño; y también aprendes
que la felicidad es finita, porque toda flor que se corta, muere. Por eso, una
rosa, donde mejor estĂĄ, es en el rosal. Buen y perfumado dĂa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario