Hoy, me apetece contaros una cosa que leĂ hace tiempo en las redes sociales, y que ahora, con un reloj de pared que un buen amigo tiene colgado de su bisabuela en el salĂłn y que me mostrĂł ayer, tiene toda la vigencia.
Un padre antes de morir le dijo a su hijo:
-Este es un reloj de pulsera de tu abuelo me dio y que pertenece a la familia desde hace mĂĄs de 200 años, al igual que el de pared de mi amigo; pero antes de que te lo entregue, deberĂas ir a la tienda de empeños de ahĂ enfrente, en la primera calle, y decirle que lo quieres vender, verĂĄs lo mucho que vale.
Al regresar el hijo le hablĂł:
-El de la tienda dice que solo vale 5€ porque es viejo.
-Pregunta en la cafeterĂa (dijo el padre)
-Solo pagan 5€ (le dijo cuando volviĂł)
- Ve al museo y enséñale el reloj a un entendido en relojes antiguos.
- Me han dicho que vale 50.000€ (comentĂł el hijo al volver)
-QuerĂa hacerte saber que el lugar correcto sabrĂĄ tu valor de una manera correcta, no te ubiques en el lugar equivocado o te enfades si no lo hacen. Quien sabe tu valor, es quien te aprecia, nunca te quedes en un lugar que no te convenga.
¡ValĂłrate siempre!
Eso es simplemente asĂ.
Por cierto, amigo mĂo, si llevas a valorar ese reloj al lugar adecuado, seguramente te darĂĄn una alegrĂa.
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