La criada, aparte de ser una pala que se utilizaba para golpear a la ropa, especialmente a la mĂĄs gorda, para poder lavarla mejor, es, o ha sido hasta hace poco una sirvienta.
Pero no siempre ha sido asĂ; criada/o es un derivado del verbo criar, y ha significado desde un hijo o discĂpulo, a un vasallo educado en casa de su señor, y por ello se aplica este nombre a los sirvientes o sirvientas.
Las hijas, toda vez que eran criadas en casa de sus padres, trabajaban haciendo las labores de las viviendas; mĂĄs adelante, estas chicas, todavĂa muy pequeñas, iban a casonas de los señores para hacer estas labores, siendo pagadas con comida, ropa, cama y techo para dormir; o sea, como si se estuvieran criando en su propio domicilio.
A las antiguas criadas (se me viene a la memoria Gracita Morales), no se les dio el lugar que muchas de ellas merecĂan, tanto en el cuidado de los niños de la casa de los señores (a los que la mayorĂa casi criaban), como en la integraciĂłn en la familia siendo una mĂĄs de ellos; eso sĂ, cada uno en su lado.
Hoy en dĂa no se usa mucho eso de criada, mĂĄs bien nos referimos a: sirvienta, asistenta, doncella, domĂ©stica; y la mayorĂa la apellidamos, la chica que estĂĄ en casa.
Lo curioso de este artĂculo para mĂ, es que en un principio, la criada, era la pequeña que iba a servir a la capital y era criada(de criar) por la familia a la que servĂa; y ahora, la criada es una señora que se dedica, esencialmente a criar a los hijos de los señores para que esos trabajen.
Curiosa paradoja que ocurre con esta palabra; por cierto, conocĂ a algunas "criadas" que tenĂan un aguante...
Y si no que le pregunten a Remedios. (Besos a donde esté).
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