No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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17 marzo 2020

EL CORONAVIRUS

Vaya palabrita, ni aparece todavía en el diccionario de la lengua y vaya el por culo que está dando.
Me recuerda lo que estamos viviendo, a una película de Batman, creo que era, en la que el malo había infectado los productos de belleza.
Las presentadoras de televisión salían sin maquillar y daban una sensación de abandono, de enfermedad; pues hoy es la sensación que he sentido viendo las noticias de la TV esta mañana.
En otro orden de cosas, parece que la gente no se entera que no se puede salir a la calle si no es estrictamente necesario: comprar comida, medicinas, ir al médico, o a trabajar, sacar al perro, y pocas cosas más; bueno, que no se puede no, que no se debe, porque del deber al poder solo hay una diferencia: la voluntad de la persona.
Pero como siempre, los mayores son los que dan en la tecla con sus críticas, sus comentarios y sus sentencias.
Hace mucho, mucho tiempo que dije, que en cada país sería necesario, a parte de los gobiernos y jefaturas de estado pertinentes, un consejo de ancianos para asesorarlos, y creo que nunca me equivoqué cuando lo propuse y dije.
Esta tarde estaba hablando con mi madre preguntando cómo estaba, cómo le iba la vida en reclusión forzosa,con la única salida para asistir a su limpieza de cuerpo; la diálisis.
Y como siempre, como en todos los tiempos, cada vez que hablan los mayores dictan sentencias.
- Yo: Vaya cómo está la gente, mamá. No hacen mucho caso de que deben estar en casa.
- Mi madre: Ayer tuvo que ir la policía local de un pueblo, a desalojar a un grupo de jóvenes que estaban en una barbacoa, bebiendo y divirtiéndose.
- Yo: Mamá, es que no se enteran, y no saben como hacer entender a la gente que no se debe de salir a la calle si no es estrictamente necesario.
- Mi Madre: Pues hijo, debería de ser igual que cuando la guerra; sonaba la sirena  porque se acercaban bombarderos a la ciudad y no salía a la calle nadie, todos escondidos en sitios seguros.
- Yo: Así debería de plantearse, porque este virus es todavía más peligroso que un bombardeo; por lo menos, en un ataque aéreo escuchabas a los aviones venir, con esta epidemia, cuando te des cuenta, ya lo tienes encima, estás infectado.
- Mi madre: ¡Pues eso!
-¡Ea, y se queda tan tranquila!
Habrá que imaginarse que estamos en alerta por bombardeos silenciosos de un virus, que no sabemos si es espontáneo o creado en laboratorio, pero que estar está, y que debemos guardar estrictamente las normas de seguridad, porque en ello nos va la vida, y lo peor, la de los demás.



Coronavirus.

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