Tras sellarse la Constitución de Cádiz de 1808, conocida como la Pepa, se constituyó una milicia nacional, cuyos miembros defendían ideas progresistas y que vestían un gorro con penacho de plumas que les hacía visibles desde la lejanía.
En referencia a las características de esta prenda, la prensa del siglo XIX fue la que comenzó a utilizar la expresión "verse el plumero" , una expresión que fue derivando hasta tomar el significado que actualmente tiene:
Cuando se descubren las intenciones ocultas de alguien, se suele recurrir a esta expresión, originariamente estrechamente relacionada con la política, como lo sigue estando hoy en día.
Los penachos de plumas han sido relegados a los romanos que habitan en los pasos de Semana Santa y a la centuria romana de la Macarena, a ellos se les ve de lejos por su plumero; estos penachos, en política, se han cambiado por traje con corbata, o sin ella; con barba o sin barba, pijos/as o no pijos/as, de cualquiera de las formas, en el momento que se les etiqueta como políticos, ya dice la gente:
¡Se les ve el plumero!
Yo creo firmemente que se les ve el plumero incluso mucho antes, en cuanto (o en cuento) comienza la pre-campaña electoral.
Hay una frase que significa básicamente lo mismo, pero que quizá tenga hasta más sentido y que afloraba mucho a la boca de las gentes del campo.
¡Desde que le vi venir dije: Con la burra viene!
Pues a muchos y muchas de los que hoy en día se dedican a la política, desde que los ves venir dices: Con la burra viene, y además con un plumero en la cabeza.
¿Por qué tienen sentido todas estas frases, aseveraciones, y refranes de nuestro idioma en estos días?
¿Por qué tienen sentido todas estas frases, aseveraciones, y refranes de nuestro idioma en estos días?
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