Se escucha a distancia que una mujer inteligente es algo mĂĄs que bella, deslumbrante dirĂa yo.
Se rumorea que cuando te enamoras de una mujer unirĂas el cielo y la tierra, para alcanzar a conquistarla.
Se percibe en los sentidos una mirada dulce de amor, de pasiĂłn, de locura.
Dicen tambiĂ©n las lenguas enamoradas, que el sueño de un hombre comienza al sentir la sonrisa de una mujer, y continĂșa cuando esa delicadeza se torna en una caricia de sus labios.
Pero la inteligencia se puede utilizar para el bien como para el mal, para enamorar como para destrozar, para mantener a un hombre en vilo por el amor o por el dolor.
PodrĂĄs juntar en un plis la tierra con el cielo, o mĂĄs difĂcil todavĂa, ya que podrĂĄ decir que la tierra se une con el cielo en el horizonte, el sol y la luna para ella, pero si ella no mira por tus ojos se conformarĂĄ con una mosca revoloteando alrededor de la cabeza del que le hizo perder la suya.
También se descubre que las miradas de amor pueden ser fingidas, cuando realmente observas una mirada de amor.
Y los besos, algunos son mĂĄs falsos que los duros de plomo.
Asà que no soñemos demasiado, tengamos los pies en la tierra, y valoremos muy mucho lo que tenemos al lado, que si nos aguanta, bastante nos quiere ya.
¿O no?
Foto extraĂda de la pĂĄgina: cuidateplus.marca.com |
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