No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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10 junio 2021

OBRAS DE GIGANTES.

Nuestra nación está ensalzando a mediocres sin capacidad para nada y ningunea extensamente a los inteligentes.
Nuestros medios de comunicación están copiando, y lo que es peor, pagando cantidades ingentes de dinero por poder utilizar los copyright de cadenas extranjeras dejando a un lado a nuestros creadores, a nuestro pensadores.
Nuestra administración compra medicamentos, vacunas, y demás zarandajas obviando invertir en investigación en nuestras universidades, pagando patentes.
Nuestro mundo de la música importa toda clase de música, desde la más mala hasta la peor, evitando a nuestros compositores, si bien con alguna excepción; pero todavía recuerdo cuando los grandes intérpretes extranjeros cantaban en español para acceder a nuestro mercado.
Nuestro país ensalza a políticos mediocres, muchos sin estudios ni preparación, mientras tantos y tantos licenciados en ciencias políticas mejor preparados, duermen el sueño de los justos.
Nos conformamos con elaborar piezas, o piececitas para fabricantes de coches, barcos o aviones extranjeros; mientras nuestra industria de producción se diluye entre las exportaciones.
Nos creímos que nuestra economía estaría salvada con el turismo, con los visitantes, y llegó el Covid, y además de eso, los países que nos tenían ganas por cualquier cosa han vetado a sus ciudadanos para poder venir a España, nos olvidamos que una mesa con tres patas se mantiene, pero si se queda con dos, o con sólo una, se cae.
Nos hemos ilusionado con que quien gobierne tiene un talonario de cheques inacabable y una pluma que no necesita recargarse nunca y con ello extender talones de: subsidios, subvenciones, tapabocas a autonomías díscolas, sanidad gratuita, pensiones y pagas sin cotizar; sin darnos cuenta que el dinero se acaba, y si no se acaba es porque nos prestan y nos prestan, y que después hay que pagar.
Fuimos los mejores del mundo, y ahora, cada vez vale menos nuestra sociedad.
Es hora ya de despertar, tenemos por delante una obra de titanes, de gigantes; la apatía debe ser desterrada, y la juventud debe tomar las riendas del resurgimiento.
Tenemos que hacer mutaciones y cambios gigantes para que nuestra sociedad cambie, y solo lo pueden hacer los jóvenes con toda la vida por delante; tienen que ser gigantes porque seguramente no serán reconocidos sus logros hasta después de mucho tiempo, pero sembrarán el campo para que los que vengan lo puedan recolectar.
 Es hora que los gigantes despierten y vuelvan a andar sobre nuestra tierra.


Foto de la rebelión de los gigantes de la página de wordpress.com


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