Cuenta mi madre que un dĂa de su embarazo, mejor dicho del mĂo, se le antojĂł un buen filete de ternera; quizĂĄs por ello me chiflen los filetes de ternera. DecĂa que se le antojĂł un filete de ternera, y este que habla naciĂł con un filetito de ternera en su espalda, que hoy en dĂa es un cachopo del quince.
Mi hermano tuvo otro "antojo" cerca del ombligo, pero con el tiempo desapareciĂł.
Hay muchos niños que nacen con antojos, algunos en sitios que afean su aspecto, pero no son peligrosos, aunque los dermatĂłlogos siempre dijeron a mi madre y despuĂ©s a mĂ que no se me ocurriera tocarlo nunca si no me dolĂa.
La epitimia segĂșn la RAE es un capricho, un antojo, especialmente el de la mujer durante el embarazo.
Pero hay algunas epitimias que mandan "colones".
¿Os imaginĂĄis por un momento que a nuestras polĂticas y tambiĂ©n a los polĂticos les saliera una mancha en cualquier parte del cuerpo con los antojos, la mayorĂa inĂștiles, que tienen?
Seguramente les faltarĂa piel para que las epitimias pudieran expresarse.
¡Cuantos caprichos, cuantos antojos, cuantas chorradas!
Los pobres, los necesitados, seguramente tendrĂĄn epitimias mĂĄs reales, o reconocibles que muchos de ellos; a Ă©stos le saldrĂĄn antojos de un puesto de trabajo, un sueldo a fin de mes, una sombrilla de playa, una cama donde descansar, un techo donde cobijarse, o simple y llanamente una cesta de comida.
Las epitimias son caprichos, antojos, lo otro son necesidades, y con eso no se juega.
Foto extraĂda de la pĂĄgina: tarotvidenciacristina.com |
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