CAMBARÍN.

Queridas, pero eso sí, no amadas compañías de electricidad, dadnos por favor un cambarín, lo necesitamos para poder levantar un poco la cabeza.

Queridas, pero tampoco amadas, compañías de gas, necesitamos un cambarín de vuestras usías para poder respirar un poquillo.

Queridas, pero casi odiadas, compañías petroleras, que hacéis con nuestras economías lo que os sale de los cojones desde que tengo coche, y hace "cuarenta y cuatro años", bueno, ya mismo; también necesitamos de ustedes un cambarín.

Queridas y queridos que sois más seguidos que el final de una paja (no la de los sombreros), por favor os rogaría un pequeño, aunque sea un pequeño, cambarín.

Quizás a los que no les guste demasiado lo que escribo probablemente necesite un cambarín por mi parte, no tiene más que decirlo.

No querido, por odiado, Sr Putín, esta invasión y posterior guerra necesita ya un cambarín, pero que sea un cambarín enorme y si puede ser definitivo.

La RAE describe a cambarín como:

- Literalmente un descansillo, éste donde la escalera da la vuelta, donde coge una curva, pero...

¿A que todas las cosas que he detallado necesitan un descansillo?

Pues eso.