La alopecia inducida por la quimioterapia tiene un gran impacto en los, y sobre todo en las pacientes con cáncer.
Si bien hoy en día existen tratamientos que impiden que la quimio (el veneno) alcance los folículos pilosos para que no se caiga el pelo, los turbantes, pañuelos o gorros oncológicos siguen siendo adecuados.
Estamos de acuerdo en que no llevan costuras, en que están fabricados con tejidos naturales, como el algodón o el bambú; que son transpirables e hipoalergénicos, fáciles de llevar y muy cómodos, pero coño, caros es poco.
Abajo pongo la foto del escaparate de una ortopedia con el precio de uno de estos pañuelos: 50 € y pico.
Para más INRI he buscado en Amazon, y hay un abanico desde 10€ hasta los 30€ aproximadamente, y entonces me pregunto...
¿Quién engaña a quién?
¿El de Amazon porque vende pañuelos especiales para el cáncer, pero no hechos con productos naturales?
¿O el de la ortopedia que cobra un 66% más del valor real, por la cara?
¿Por qué, hasta en una de las cosas más dolorosas, hay que andar engañando a la gente por el simple hecho de sacarles el dinero?
Señores de la Junta de Andalucía, señores del Gobierno Central por favor, exijan una calidad media en estos productos y un precio asequible, y si no, subvencionen, que bastantes tonterías subvencionan ya.
Una pañolada para los que se lucran impunemente con esto, sean quienes sean.
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