FACUNDO.

Esta palabra viene, como muchísimas de nuestra lengua, del latín "facundus" (verboso y desenvuelto en el hablar)

En la RAE lo define como que tiene facundia, y a su vez, facundia lo define como: abundancia o facilidad de palabra.

O sea, tres cuartos de lo mismo.

¿Conocéis a alguien más "facundable" que un político en el ejercicio de su profesión?

Hay muchas personas que tienen una gran facilidad de palabra, por preparación sobre lo que hablan, por sus estudios, por estudiarse lo que han de decir o por su capacidad de oratoria.

Pero como ellos, ninguno. 

Como diría Groucho Marx, la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso, y aplicar después los remedios equivocados.

Y para eso hay que tener mucha labia.

Y sobre todo los que se dedican a la política desde que tenían pañales, sin otro oficio ni beneficio que la política, y que van trepando, escalón a escalón en el organigrama del partido, o de los partidos que se van creando.

Esos y esas son unos facundos o facundas, ¡qué bien se expresan! En las campañas sobre todo.

Foto de mi amiga Juani Mora