Con esta entrada no quiero, ni mucho menos, desprestigiar a las mujeres, solo está derivada de frases hechas y que nos demuestran que como dice el título: Todos somos putas.
Muchas veces no hemos tenido más remedio que mantener la boca cerrada, quizás temiendo represalias, quizás por miedo a meter la pata, quizás por temor a que la verdad sea incluso dolorosa para tí, por lo que nos mantenemos callados como putas.
En otras ocasiones, cuando el vil metal nos abandona antes del cobro mensual y andamos pululando por ahí con menos dinero que una puta en Cuaresma (eso era ya hace tiempo pero se sigue diciendo).
También tenemos la mala costumbre de "putificar" todo lo que nos rodea, utilizando la "putificación" como un insulto despectivo o relacionado con algo desagradable.
¡Vete a la puta calle!, ¡Vete a tu puta casa!,¡Una puta mierda!
Incluso se utiliza por aquí abajo como halago:
¡Anda que no es gracioso el hijo puta!
Hijos de puta e hijas de puta hay que ni te cuento, y putas/os sin estar en burdeles también, por lo que pocos nos escapamos de estar relacionados con putas sin haber ido de ellas.
Buscando la indulgencia os dejo con esta frase de Patrick Rothfuss:
"Como solía decir mi padre: al pan, pan y al vino, vino. Pero a una prostituta llámala siempre señora. La vida de las prostitutas es muy dura, y no cuesta nada ser respetuoso con ellas"
¡Vete a la puta calle!, ¡Vete a tu puta casa!,¡Una puta mierda!
Incluso se utiliza por aquí abajo como halago:
¡Anda que no es gracioso el hijo puta!
Hijos de puta e hijas de puta hay que ni te cuento, y putas/os sin estar en burdeles también, por lo que pocos nos escapamos de estar relacionados con putas sin haber ido de ellas.
Buscando la indulgencia os dejo con esta frase de Patrick Rothfuss:
"Como solía decir mi padre: al pan, pan y al vino, vino. Pero a una prostituta llámala siempre señora. La vida de las prostitutas es muy dura, y no cuesta nada ser respetuoso con ellas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario