"Rich man, poor man"; es una novela de Irwin Shaw de 1970 que fue llevada a la televisión por la BBC en 1976.
Las vicisitudes de los hermanos Rudolph y Thomas Jordache son los protagonistas de esta novela y serie, y creo recordar que tuvo un gran éxito, por lo menos aquí en España; fue la avanzadilla de Kunta Kinte, Holocausto y otras que vinieron después.
Hay hombres y mujeres ricos, y por ende también los hay y las hay pobres, lo mismo que hay enfermos y sanos, guapos y feos, altos y bajos, es directamente proporcional una cosa a la otra; no puede haber ricos sin pobres, ni enfermos sin sanos, y así sucesivamente.
Pero la riqueza no solo se tiene en euros, no todo lo atesorado son monedas o billetes, hay otro tipo de riqueza que no se ve, pero que se siente; que no está en la cartera pero que te llega al corazón, es la riqueza del alma.
Si tienes la inmensa suerte de encontrarte en tu camino a una persona rica de alma, te hará feliz, será tu ídolo para siempre; y si pudieras aprender de el o ella para intentar repartir parabienes con los demás, mejor que mejor.
Las riquezas efímeras se quedan todas aquí, ninguna riqueza te podrás llevar exceptuando la riqueza del alma; esa, la mantendrás siempre contigo mientras el recuerdo de las gentes a las que hiciste el bien, te mantenga vivo.
No todo es económico; hombre rico y hombre pobre se puede ser también de alma.
Y el que o la que, qué desastre, sea pobre de alma; ese o esa lo tiene todo totalmente perdido, por desgracia para el o ella, aunque tenga dinero para enterrar a Australia.
Las vicisitudes de los hermanos Rudolph y Thomas Jordache son los protagonistas de esta novela y serie, y creo recordar que tuvo un gran éxito, por lo menos aquí en España; fue la avanzadilla de Kunta Kinte, Holocausto y otras que vinieron después.
Hay hombres y mujeres ricos, y por ende también los hay y las hay pobres, lo mismo que hay enfermos y sanos, guapos y feos, altos y bajos, es directamente proporcional una cosa a la otra; no puede haber ricos sin pobres, ni enfermos sin sanos, y así sucesivamente.
Pero la riqueza no solo se tiene en euros, no todo lo atesorado son monedas o billetes, hay otro tipo de riqueza que no se ve, pero que se siente; que no está en la cartera pero que te llega al corazón, es la riqueza del alma.
Si tienes la inmensa suerte de encontrarte en tu camino a una persona rica de alma, te hará feliz, será tu ídolo para siempre; y si pudieras aprender de el o ella para intentar repartir parabienes con los demás, mejor que mejor.
Las riquezas efímeras se quedan todas aquí, ninguna riqueza te podrás llevar exceptuando la riqueza del alma; esa, la mantendrás siempre contigo mientras el recuerdo de las gentes a las que hiciste el bien, te mantenga vivo.
No todo es económico; hombre rico y hombre pobre se puede ser también de alma.
Y el que o la que, qué desastre, sea pobre de alma; ese o esa lo tiene todo totalmente perdido, por desgracia para el o ella, aunque tenga dinero para enterrar a Australia.
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