No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

Seguidores

15 agosto 2019

ADEMUZ.

Este año he pasado de nuevo por el pueblo nativo de Charo para estar unos días con su familia, y como todos los años que he estado por allí, me vengo con un ramillete nuevo de amigos y vivencias en mi mochila (como diría mi buena amiga Elo Cantos en su pregón).
Ademuz es un pueblo coqueto, pequeño, con tantos recovecos como casas, con tantas cuestas como viviendas, con tantos bonitos paisajes como habitantes; asentado en la comarca  del rincón de Ademuz, se yergue en piedra y adobe sobre las navas y cerros que lo rodean.
Desde lejos, hace honor al significado de su nombre, que proviene del árabe (مكان الاختباء, al-daymús), literalmente "el escondrijo".
Pues por ahí, hemos estado escondidos unos días degustando sus buenas viandas y escuchando palabras nuevas propias del léxico de esas tierras.
Se desayuna un café con un par de galletas, de mañana, en casa; se almuerza sobre la once en el Pitoche, en la Cabaña o en el bar el Nabo: chacina, chistorra, panceta, costilla, pan, tortilla, café con "chorrito", y un exquisito zumo de manzana de la tierra; a medio día comer, y de noche, la cena, ambas en casa...
Ufff.
Eso sí, si bajas al nivel de la ribera y después subes hasta las casas, en la parta más alta del pueblo, el medidor de pasos te detalla: 2,2 kilómetros y doce, digo bien, doce pisos.
Este fin de semana serán los encierros mañaneros y por la noche, los toros "embolaos".
Veníamos de vuelta, hablando del exquisito "arros" valenciano que nos preparó el otro día el genial Antonio el de Castellón, hecho en fuego de leña y con,  además de arroz:
Azafrán en rama, romero, pollo, pato, conejo, "garrafons" (alubias blancas grandes), tirabeques (especie de guisantes pequeños y muy delicados), ajo, pimiento, judías verdes, y sin  un solo aperitivo previo;  dice mi amigo Antonio, que si se hace arroz (paella le dicen ellos al recipiente, no a la comida) no se pone antes ningún tipo de aperitivo, ni chacina, ni queso, ni nada, porque si no, sobra después mucho arroz; el que quiera, cuando se vacíe la paella, que coma lo que le apetezca.
La paellera, o paellero es la persona que hace el "arros" en paella(recipiente).
Un abrazo a todos; ah, y gracias a la peña "melocotón" por sus atenciones durante el pasacalles nocturno, besos a la familia y amigos, especialmente a mi nueva lectora: Geles. 
Ha sido un verdadero placer, aunque algún que otro restaurador te creyera un turista adinerado e intentara hacer contigo el agosto. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario