ACEITE DE RICINO.

Estoy harto de políticos que se asemejan a malos jugadores de tenis, y que solo se dedican a devolver la pelota, y muchas veces les sale "out".

Estoy harto de elecciones que cercenan nuestra capacidad económica, y después para ná de ná.

Harto de futbolistas bien pagados, o superbien pagados, que intentan asemejarse a desempleados a los que le resulta una odisea llegar a fin de mes por sus depresiones.

Harto de deportistas que se creen príncipes de cuentos de hadas.

Harto de estafadores que se han creído superhéroes formando parte de un hipotético ejército de salvación regional, nacional o mundial.

Harto de corruptos que han supuesto que eran autopistas por donde circula el tráfico de influencias.

Harto de víboras que se presentan como amigos, y que cuando te vuelves de espaldas, te muerden inoculándote el veneno en el cogote.

Harto de gente que te da la mano enfundada en un guante blanco para que no se distinga la suciedad, la mierda que atesora.

Harto de los que se creyeron que tenían una fábrica de dinero sin fin, o que la teníamos nosotros.
Harto de los que mienten más que hablan.
Harto de los que se aprovechan de los que tienen buen corazón y van por derecho.

Harto de los que se creen el culo del mundo, cuando probablemente solo son el culo.

Harto de los que vociferan que luchan por mantener la paz en el mundo, y en su puta vida dejan al mundo en paz.

Harto de los que se creen Dios, repartiendo hijos a diestro y siniestro, al libre albedrío, y quitando la vida a otros.

Harto de los asesinos que se imaginan que van a quedar impunes.

Harto de los estúpidos/as que se creen listos, y de los listillos/as que no dejan de ser unos estúpidos/as.

Estoy harto, hastiado, aburrido, cansado, desencantado, empachado, saturado, saciado, ahíto...¡Ofú!

No voy a tener más remedio que tomarme una ración de aceite de ricino para mandarlos a todos a donde ni se sospechan.