Hay comidas que todos hemos degustado, y que degustamos a diario que han surgido como reciclaje de alimentos que estaban un poco pasados, que estaban a punto de ponerse mal y que hoy en dĂa abandonamos y tiramos a la basura.
El exquisito gazpacho que tan beneficioso es para nuestra salud, y que tan rico estĂĄ, se elaboraba con las verduras a punto de caducar (aunque en aquellos tiempos no habĂa caducidad); tomates ya blandos, pimientos y pepino casi tocados, pan de dĂas anteriores (si no, se rallaba para empanar)ajo, sal, vinagre y ese oro verde amarillento que es el aceite de oliva, todo esto majado a mano.
DespuĂ©s se metĂa el lebrillo en el cubo del pozo para tomarlo un poco fresco, con un poco de agua del mismo pozo, y ya estĂĄ.
Huesos salados, tocino salado, tocino crudo, un poco de carne de ternera o pollo y verduras; ¡Que rico estĂĄ el puchero!
Pero después solo se desperdiciaba el hueso y el tocino salado.
Con parte de la carne, el tocino y un poco de pan se comĂa de segundo plato una "pringĂĄ" de muerte; cuando los restos ya no podĂan aguantar mĂĄs, se hacĂan croquetas de pollo, con el pan de dĂas rallado antes.
Y asĂ podrĂamos contar muchas de las comidas que se hacĂan para reciclar viandas que sobraban y no se utilizaban; por ejemplo el pan de dĂas anteriores frito en rebanadas para el desayuno, o el plĂĄtano sĂșper-maduro machacado con un poco de zumo de una naranja y espolvoreado con azĂșcar.
Eso era antes, ahora, compramos los ingredientes frescos y envasados en plĂĄsticos, y lo que nos sobra de hacer, lo que antes se hacĂa con las sobras, lo tiramos incluĂdo el plĂĄstico; tiramos tanta comida a la basura, con toda la gente que va a los comedores sociales a poder comer, que a veces, o muchas veces, la ira aflora a tus ojos cuando ves algunos contenedores.
Hace poco hasta me ha llegado la noticia que se han pasado de fecha alimentos para los necesitados en algunos almacenes municipales.
Hace poco hasta me ha llegado la noticia que se han pasado de fecha alimentos para los necesitados en algunos almacenes municipales.
Y de lo que tiran los supermercados, restaurantes y grandes superficies, ni hablamos.
Tiramos al contenedor 7,7 millones de toneladas al año, o sea, 7.700.000.000 de kilos (siete mil setecientos millones).
Cuando venga el de arriba, o quien sea, a pedirnos cuentas, no se cĂłmo las vamos a cuadrar.
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