Entre los múltiples beneficios del coco destacan sus propiedades antioxidantes, su capacidad para regular la presión sanguínea y disminuir los triglicéridos. Además es rico en fibras y minerales (potasio, fósforo, magnesio, hierro y vitaminas E,C, y B.
Pero eso es con la parte blanca, la carnosa, la que se puede comer; pero hasta llegar a ella, hay que destruir una corteza dura, correosa, y bastante difícil de partir.
Se le compara con el cráneo, debido a la dureza extrema de su recubrimiento, al igual que la estructura ósea que abraza nuestro cerebro, una de las más duras de nuestro cuerpo.
-A ese le funciona bien el coco.
-A ese le funciona bien el coco.
Y también es comparativo a ser intransigente, inflexible, intolerante, testarudo, etc. por la dureza de ese mismo coco.
- ¡Anda que no tiene esa el coco duro!
- ¡Anda que no tiene esa el coco duro!
Y cómo no, se aplica también al fantasma que se lleva a los niños cuando estos no quieren hacer lo que le apetece a los padres...
-Si no te comes la verdura, va a venir el coco y te va a llevar.
Tener un buen coco es de ser inteligentes, perspicaces, despiertos, vivos, astutos, agudos y lúcidos.
Y después...
Después están los cocos que hay que tragarse, esos que ves, escuchas, sientes, notas, o te endilgan sin ningún tipo de pudor.
Esos cocos que te debes de tragar, pero que cuestan tanto trabajo, rascan tanto la garganta...
Cocos de padres y madres, hermanos y hermanas, maridos y esposas, amigos, compañeros, conocidos, o gentes que solo se acercan a ti para darte un poco de "por-culo", que también los hay.
¡Pues no! ¡Me niego a tragarme esos tipos de cocos! ¡Me rebelo a que me hagan daño!
Y sobre todo sabiendo que... "Aquel que se trague un coco, debe de tener mucha fe en su culo".
Pues eso.
Foto extraída de la página: Ministerio de salud de Bolivia. |
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