El título de Dalái Lama está compuesto por dos palabras: la palabra mongola "Dalai" (océano) y la tibetana "Lama" (maestro reencarnado) por lo que Dalái Lama lo podríamos traducir como: "Océano maestro reencarnado, u océano de sabiduría".
Si el Papa, es el representante de Cristo en la tierra, el Dalái Lama es todavía un poco más, es la reencarnación de Buda, del que hablé en días pasados.
El actual Dalái Lama es: Tenzin Gyatso nacido en 1935, al igual que sus predecesores es prolijo en sus aseveraciones, en sus dogmas, en sus enseñanzas; y, eso creo, en la mayoría de las frases que se le atribuyen en las redes sociales.
Y me centro en el título de artículo...
Muchas veces, muchas, no tenemos la capacidad y la suerte de conseguir lo que queremos; pero en otra cantidad de ocasiones, mejor hubiera sido no lograrlo.
Mirad incluso, como el sueño de todos se puede convertir en pesadilla; si no, leed la historia de Michael Carrol premiado en 2002 con 11.000.000 de € en el euro-millón y que desde 2012 está trabajando transportando troncos de madera a 11€ la hora, lo perdió todo en fiestas, vicios, juegos, etc.
Y del resto de las vicisitudes de la vida podríamos decir lo mismo; cuando acaba una relación parece que se va a acabar el mundo, y puede estar muy lejos de la realidad.
Una bronca, o una discusión entre familia, entre amigos, entre parejas, puede ser muy desagradable, pero también puede traer soluciones a los problemas.
Un despido puede llevarte, ¡Ojalá! a un trabajo mejor.
Un penalti fallado, con un dos cero en contra, puede hundirte más, o hacerte resurgir de tus cenizas cual ave fenix y remontar hasta ganar el partido.
Me quedo con esta frase del Dalái Lama:
"Recuerda que, a veces, no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte".
Michael Carrol, foto extraída del twitter del diario The Sun |
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