Los cristianos no tienen un sitio especial para rezar, aunque sus lugares sagrados son las iglesias o catedrales; la mayoría se santigua antes de hacerlo, y pueden rezar de rodillas o de pie. Tampoco tienen una hora del día específica para elevar sus oraciones.
En el islam es otra cosa, existen muchas oraciones, unas obligatorias y otras voluntarias; deben orar "salat" genuflexos e inclinados orientados hacia la Meca a la hora correcta. Deben rezar cinco veces al día; rezan en cualquier sitio, si bien sus lugares sagrados son las mezquitas, orientadas hacia la Meca, donde tratan de no molestar a las personas de alrededor.
El judaísmo también es diferente. Tienen tres oraciones principales: la de la mañana, la de la tarde y la de la noche, y una oración muy famosa, el "siddur". Las mujeres no tienen restricción, pero los hombres deben cubrirse la cabeza con una "kippa" (especie de bonete parecido al de los papas y cardenales, pero en negro) y un "tallit" (paño de color blanco con rayas negras). Su lugar sagrado es la sinagoga, pero pueden rezar donde sea si tienen un "siddur" (libro de oraciones)
En el hinduismo, un ejemplo de oración es el "sij", una de las principales oraciones que promulga la unidad de Dios. Dios, para el "sij" es uno, y su poder es tal, que es imposible representarlo o simplemente describirlo. Necesitan una imagen del Dios al que van a rezar, ya que hay varios, y un cordón que les ciñe desde el hombro izquierdo a la cadera derecha. Rezan tres veces al día y pueden orar en cualquier parte, si bien sus lugares del culto son las mezquitas hindúes.
Y el budismo, por citar el póquer más importante de religiones, tiene varios rezos, los más importantes, antes y después de comer; dicen que los budistas no rezan, sino que recitan "mantras" (conjunto de palabras que se citan para invocar a la divinidad o en la meditación) y lo hacen para descubrirse a sí mismos y su potencial; pueden rezar cuando quieran y tampoco tienen un lugar sagrado donde hacerlo, solo deben estar tranquilos y sin distracciones.
Los mandamientos de la ley de Dios recibidos por Moisés se unifican siempre en dos: "Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo": y en el budismo dicen que Buda dijo:
"No importa cuantas palabras sagradas hayas leído, no importa cuantas hayas recitado, no importa cuantas oraciones hayas rezado; no sirven de nada si no actúas de acuerdo con ellas".
Foto extraída de la página: es.calameo.com |
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