Por palio tenías un cielo azul,
añoranzas de alegorías de muerte
el triunfo, ante un esqueleto inerte
y sobre el mundo de la Santa Cruz
el homenaje a tu titular
el dulce nombre de Jesús.
y con ojos llorosos sales a Sanlúcar;
bien sea con saya negra o púrpura,
los sanluqueños igual te esperan
para ver tu cara dulce de azúcar
fina, bella y radiante azucena.
¿Es que no quieres mirar al cielo
para no contemplar en tu palio
iluminado por el sol de la tarde
la muerte de tu hijo, Dios Cordero?
aunque estemos contigo esta tarde;
mas tan sólo con mirarte
y ver tu cara llorar,
da pena no ser estandarte
para poder aliviar
esa pena tuya grande.
para ver tu caminar
la música empieza a sonar
rezuman arte tus costaleros
y pone su voz en capataz
mis ojos ya están llorando
y mis labios dicen al rezar:
que adoráis las bambalinas!
¡Decidle al aire que la quiero!
Y a la hora de mi muerte,
cuando suspire mi último anhelo…
¡Soledad, coge mi alma en tus manos
y llévala con tu hijo al Cielo.