No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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26 junio 2025

ESTORNUDOS.

Estornudamos principalmente como un reflejo para limpiar las vĂ­as respiratorias de irritantes como polvo, polen o partĂ­culas extrañas. Es una respuesta natural del cuerpo para protegerse, expulsando el aire de forma brusca a travĂ©s de la nariz y la boca. AdemĂĄs del polvo y el polen, los estornudos tambiĂ©n pueden ser causados por alergias, resfriados, infecciones o incluso irritantes como la luz brillante o el aire seco, tambiĂ©n el desarrollo excesivo del nervio simpĂĄtico puede producirlos.

Cuando estornudamos solemos decir: ¡JesĂșs, MarĂ­a!

Se dice que durante la epidemia de peste que hubo en Roma en el año 591, bajo el pontificado de Gregorio I, los afectados morĂ­an estornudando, y que de tal circunstancia procede el ¡Dios te bendiga!, que mĂĄs tarde se simplificarĂ­a diciendo: ¡Salud!, ¡JesĂșs! o expresiones semejantes. Avicena, mĂ©dico y filĂłsofo persa (980-1037), al describir la sintomatologĂ­a de una epidemia de viruela, decĂ­a que un estornudo continuado anuncia, por lo general, el principio de la enfermedad y, por lo tanto, cuando se oye estornudar a alguien se pide a Dios que aparte el peligro. Para el erudito guipuzcoano Justo GĂĄrate, la salutaciĂłn tras el estornudo comenzĂł a utilizarse en África, en el siglo VI, con motivo de la apariciĂłn de una epidemia, y fueron los ĂĄrabes, los que propagaron por el mundo la costumbre de invocar a la divinidad.


Foto de mi amiga Juani Mora.


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