No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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25 julio 2018

MÁSTER.

¡QuĂ© cosa de palabra mĂĄs bonita!
Hay que ver la manía que tenemos los españoles en ponerlo todo en inglés, supongo que es porque serå mås "IN".
Hoy en dĂ­a, esta palabra, estĂĄ muy traĂ­da y llevada... que si el mĂĄster "pallĂĄ", que si el mĂĄster "pacĂĄ"; pero no tengo mĂĄs remedio que rebelarme ante ella y al significado que se le atribuye.
Måster, literalmente en inglés, tiene el significado de "dominar" o "ser experto en..."; y por esa razón creo firmemente que el måster hay que concedérselo a un profesional, no por hacer o no hacer un curso, no por pagar o no pagar un título, no por falsificar o no falsificar unas firmas; un måster tiene que ser una titulación muchísimo mås importante de lo que hoy en día conlleva.
Un måster debería ser un título honorífico como reconocimiento a una dilatada vida de trabajo en una profesión determinada; no un papel, muchas veces mojado, que en todo caso, representa unos estudios extras y nunca una maestría en el desempeño de una profesión.
Un mĂĄster en cirugĂ­a, a mi corto entender, no lo puede ostentar una persona que no ha hecho, o ha hecho pocas operaciones en su vida, sĂłlo porque haya estudiado muy mucho como se hacen esas intervenciones, y asĂ­ sucesivamente.
Eso sí, hay algunos que son merecedores del måster en ciencias políticas, ya que durante su vida solo se han dedicado a ella, no han trabajado en otra cosa, y por tanto, si llevan veinte o veinticinco años dedicados a la política, son merecedores o merecedoras de él.
O a lo mejor no; pero que conste, que no estoy reclamando ni para mĂ­, ni para todos los compañeros que he tenido durante casi cuarenta años, ningĂșn mĂĄster de empleado de banca; pero estos “Masters del Universo” polĂ­tico tienen mucha mandanga.
Es bueno bucear de vez en cuando en las culturas ancestrales; en China, cuando un practicante de Kung-FĂș alcanza el dĂ©cimo dan, llega al modo de maestrĂ­a, por lo que se ajusta el cinturĂłn blanco, propio de los principiantes.
El mĂĄs alto rango, sin humildad para llevarlo, al final se convierte en un desprestigio.
Para todo lo demĂĄs, MĂĄster-card.

1 comentario:

  1. Suscribo tu ''reflexion''.
    No puedo estar mĂĄs de acuerdo.
    No obstante añadiría, en la linea de tus palabras, que esos måster no son sino simples añadidos al C.V., que poco o ningun valor añadido aporta a quien los tiene y en muchos casos como los que ya sabemos, obtenidos de aquella manera.
    En fin menos ''postureo''.

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