¡A ver si son capaces!...
Nos podrán quitar muchas cosas; nos podrán robar el dinero, nos podrán sustraer las muchas o las pocas joyas que tengamos guardadas; nos arrebatarán la salud, nos desposeerán de las horas, de los días, de los meses, de los años; nos birlarán el pelo o lo teñirán de blanco, nos cogerán nuestros favores... pero aunque lo promulgue la frase hecha, eso no nos lo podrán quitar jamás.
Y no lo podrán hacer, porque está tatuado en tu piel de por vida, ese escalofrío que corría por la espalda cuando abrazabas su cintura, ese rubor cuando sentías su piel junto a la tuya, ese sudor que brotaba de tu frente al calor de las luces parpadeantes de colores; jamás podrán arrebatarte esos dubitativos pasos a izquierda y derecha, esos imaginarios besos con los que soñabas, ese temblor que trasmitía a tus manos, ese dulce perfume que aspirabas cuando (como decía la canción: put your head on my shoulder de Paul Anka, interpretada por Leif Garrett) apoyaba la cabeza en tu hombro; nunca podrán birlarte esas horas, tantas horas, en las que solo estabais unidos al son de miles de melodías inolvidables.
De vez en cuando, pienso que me estoy haciendo mayor, sobre todo cuando ocasionalmente escucho en el programa de Juan y Medio, a los que van, preguntar a los que llaman, si les gusta bailar.
Pues seguramente sí, me estoy haciendo mayor, y a mucha honra, porque siempre me gustó bailar, (sobre todo el "agarrao") y por eso estoy totalmente disconforme con esa frase hecha, tan traída y tan llevada: "Que me quiten lo bailao".
¡Y una leche!, ¿Tú eres tonto o qué?
Quiero muchos programas más como: Bailando con las estrellas, porque realmente, adoro bailar y además no lo hago demasiado mal.
Es verdad que nunca nos podrán quitar los recuerdos, pero
ResponderEliminartambién es verdad que tampoco nosotros nunca podremos atraparlos.