No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

Seguidores

17 julio 2018

BUENA O MALA SUERTE.

El padre de mi amigo Juan Antonio Ruiz "Espartaco", desde que éste era muy pequeño, siempre lo presionaba para que entrenara, para que toreara mucho de salón, para que se cuidara lo más posible, no lo dejaba probar bebidas alcohólicas, y le tenía muy controladas las comidas que hacía; recuerdo que un día fuimos al campo de barbacoa y me dijo expresamente: Juan que no coma nada de grasa y por supuesto no beba nada de alcohol.
Juan, no siempre fue un triunfador, estuvo más de cinco año toreando por todas las plazas de España y América cobrando solo y prácticamente para pagar gastos; y triunfaba todas las tardes, pero como se dice en el argot taurino: "No se ponía en dinero".
Hasta más incluso, después de la muerte de Francisco Rivera "Paquirri" (buen amigo y "valedor" de Juan Antonio) en Septiembre de 1984, Juan tomó la decisión de que si no tiraba para arriba en la temporada de 1985, no tendría más remedio que pasarse a subalterno para subsistir dignamente en el mundo de la tauromaquia. Y seguía entrenando diariamente, y toreando horas de salón, y esforzándose, y privándose de muchas cosas, incluso se privo de su niñez, de su adolescencia y de su juventud.
Y arribó el 25 de Abril de 1985, que traía de la mano al toro Facultades, y se hizo grande, y famoso, y rico; tuvo la suerte que le saliera ese toro; pero ojo, también estaba perfectamente preparado para poder triunfar con él; otros no hubieran sido capaces de hacerlo.
La suerte es como un tren que pasa, una o varias veces, camino de esa estación llamada "Éxito", pero si cuando el tren hace su corta parada en tu terminal y estás tomando café, o leyendo el periódico, o en el aseo , y no estás en el andén con tu maleta en la mano para subir a él en cuanto se detenga, lo más probable es que lo pierdas.
Y cuando pierdas ese tren, o el otro, o el otro, no me vengas diciendo después que tienes muy mala suerte que no me lo voy a creer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario