No hay buenos sin malos, ni risas sin lĂĄgrimas, ni verano sin invierno, ni hombres sin mujeres o viceversa, ni excitaciĂłn sin paz, ni negro sin blanco, ni noche sin dĂa; todo esto hay muchos pensadores que lo afirman. Yo mĂĄs bien me decanto por el yin y el yang, en el que en su sĂmbolo podemos observar cĂłmo el yin usurpa una parte del yang y viceversa.
Con esta teorĂa tienen razĂłn de ser, los que somos regularcillos, los que no tienen mucho sentido del humor, la primavera y el otoño, los hombres con sentimiento de mujer y las mujeres con sentimiento de hombre; las personas activas y las tranquilas, los tonos grises y de otros colores, el crepĂșsculo, la aurora; en fin, que hay una parte del bien que se adentra en el mal haciĂ©ndolo no tan malo; y, por consiguiente, hay una parte del mal que se incrustra en el bien haciĂ©ndolo un poco mĂĄs malvado.
Para que algo exista (yin) es imprescindible que lo otro tambiĂ©n conviva con Ă©l (yang) y la mayorĂa de las veces en comĂșn.
Disfrutad del intermedio enorme que hay entre un extremo de yin (nacimiento) y el otro extremo de yang (muerte).
Hay otro “yin” que tampoco puede viajar por este mundo en solitario, aunque algunos lo crean; para mĂ ese “yin” no existe sin el “tonic”.
Tomaros uno a mi salud.
FantĂĄstica reflexiĂłn. Totalmente de acuerdo contigo. "Yin" tonic a tu salud gran Amigo.
ResponderEliminarGracias, un abrazo.
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