Hace unos días terminó la seria de A3 "La Catedral del Mar" basada en la novela de Ildefonso Falcones, en ella toda la serie de desgracias que asedian a la familia Estanyol (estanque en Castellano) comienzan por la puñetera "jodienda"; el soberano tiene el placer de yacer con la novia antes que su mismísimo marido (costumbre también muy inglesa y que da explicación al vocablo “FUCK” fornicar con el consentimiento del rey); "jodienda" de los nobles a los vasallos, "jodienda" de la innombrable Inquisición, "jodienda" a judíos y musulmanes que convivían con los cristianos.
Se hacían verdaderas barbaridades para quedar a bien con el soberano, que era el que determinaba con quién te casabas, y cuando, cómo vivías y cuando morías.
Gracias a Dios, esos soberanos desaparecieron hace años, alguno que otro, todavía existe, pero esa figura, por suerte se está extinguiendo; por cierto, para ser soberano no hay que portar corona.
Gente pasando hambre, malviviendo, ya que al soberano de turno se le antojaba iniciar una guerra porque el otro soberano de turno lo había mirado mal.
Si pudiéramos crear un anacronismo y traer esa forma de proceder a nuestros días, ¿qué haríamos?, ¿cómo viviríamos?, uff, no quiero ni pensarlo.
Lamentablemente hoy sigue habiendo un soberano que domina a todo y a todos, causa guerras, enfermedades, enfrentamiento entre hermanos, plagas, hambre, destrucción; ese soberano que hace algunos años solo era un caballero, un muy poderoso caballero , y que ahora domina el mundo entero.
El dinero, ese es ahora el soberano, ha pasado de un tiempo a esta parte, de ser un ponche (caballero) a un coñac (soberano); así, que hoy en día, seguimos gobernados por un tirano como en los tiempos de la Catedral del Mar.
Y a mí sigue sin gustarme ni el ponche(caballero) ni él coñac (soberano), prefiero un Jack Daniel’s con Cola.
Se hacían verdaderas barbaridades para quedar a bien con el soberano, que era el que determinaba con quién te casabas, y cuando, cómo vivías y cuando morías.
Gracias a Dios, esos soberanos desaparecieron hace años, alguno que otro, todavía existe, pero esa figura, por suerte se está extinguiendo; por cierto, para ser soberano no hay que portar corona.
Gente pasando hambre, malviviendo, ya que al soberano de turno se le antojaba iniciar una guerra porque el otro soberano de turno lo había mirado mal.
Si pudiéramos crear un anacronismo y traer esa forma de proceder a nuestros días, ¿qué haríamos?, ¿cómo viviríamos?, uff, no quiero ni pensarlo.
Lamentablemente hoy sigue habiendo un soberano que domina a todo y a todos, causa guerras, enfermedades, enfrentamiento entre hermanos, plagas, hambre, destrucción; ese soberano que hace algunos años solo era un caballero, un muy poderoso caballero , y que ahora domina el mundo entero.
El dinero, ese es ahora el soberano, ha pasado de un tiempo a esta parte, de ser un ponche (caballero) a un coñac (soberano); así, que hoy en día, seguimos gobernados por un tirano como en los tiempos de la Catedral del Mar.
Y a mí sigue sin gustarme ni el ponche(caballero) ni él coñac (soberano), prefiero un Jack Daniel’s con Cola.
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