Hace unos años, paseando por la feria de mi ciudad, encontré una "chapita" de esas redondas con lemas en la que se podía leer: Youtube pelo; nada más cercano a la realidad. (Ahí abajo se ve)
Dada la sangre que corre por mis venas, es justo y necesario que haya perdido el pelo; la genética es muy puñetera, y el estrés también, y la testosterona, y la grasa capilar, y la madre que lo parió, además he tenido toda la vida el pelo rizado y tampoco sirvió de nada; somos muchos en el mundo a los que nos falta el pelo, incluso algunos, que tienen poco, se afeitan la cabeza y lo hacen desaparecer para siempre.
Constantemente digo que el pelo crece continuamente donde no lo necesitas, ni lo quieres (orejas, nariz, etc, y desaparece de donde no te gustaría.
Unos utilizan sombrero, otros peluquín, aquellos se hacen un injerto, y otros un trasplante, lo cierto y verdad es que a los que nos disgusta no tener pelo hacemos lo imposible para disimularlo.
Por eso, ya en la antigüedad, los hombres no llevaban bien quedarse calvos. Aunque muchos como Hipócrates buscaron soluciones echándose de todo en el pelo, Julio César encontró el remedio definitivo:
Pidió al Senado romano que le dejase llevar siempre la corona de laurel que solo podían portar los generales triunfantes en su entrada en Roma. Así no se le vería la calva.
Otra opción es la felpa que se coloca el cantante Francisco Javier Labandón (El arrebato), que no se si él también tuvo pelo, pero que es una solución muy eficaz.
Lo cierto y verdad es que si se impusiera alguna de estas modas seguramente se acabarían el laurel, y las felpas, si no, a seguir añorando los rizos.
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