No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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06 noviembre 2018

GRAN HERMANA.


No sé de dónde sacaron el nombre para este programa, yo me considero un gran hermano, y no es por nada, sino porque soy el mayor de los tres que sobrevivimos de los cinco embarazos que tuvo mi madre.
Pero en ese programa, que de vez en cuando he visto de pasada en televisión, no he encontrado nunca a ningún gran hermano en el que fijarse, porque la mayoría de los que están dentro y de los que  están fuera en el plató, son “niños chicos”.
Tíos y tías como trinquetes de grandes, haciendo gilipolleces continuamente, discutiendo por memeces, enfrentándose por prevalecer con la razón, con recalentones continuos bajo sábanas y edredones, con poca cultura, destrucción de convivencia, afán por el dinero fácil, etc. etc.
Supongo que el título de gran hermano se referirá a lo que éste hace, enseñar a los hermanos más pequeños a comportarse,  a ser su guía de vida…
¡Pues vaya ejemplo que este gran hermano da diariamente a los hermanos más pequeños!; ¡Vaya mierda de enseñanza que nos aplican a todos diariamente!, porque eso sí, lo tenemos hasta en la sopa, no hay un día en el que no aparezca algo de ese espacio en la programación de tele cinco.
Creo que las televisiones de este país deberían tener un equipo de psicólogos que pudiera determinar la viabilidad psíquica de los programas antes de sacarlos en antena, y que valoraran el daño moral y social que puedan hacer, porque al fin y a la postre es lo que se traga la mayoría de la gente en televisión.
Pero para mí, hay un ejemplo de gran hermano a la que quiero, admiro, aprecio, y a la que tengo como ídolo, ella es mi GRAN HERMANA, y lo pongo con mayúsculas.
Tú sí que pudieras ser un modelo para muchos televidentes hermana, pero en las televisiones, en los realitys shows, el trabajo, la comprensión, la convivencia, la educación, la sensibilidad, el amor, y la dedicación a los demás no venden nada, y lo más penoso, es que esas cosas no le  interesan a la audiencia, lo que sí les gusta es lo otro.
A fin de cuentas, los televidentes tenemos lo que nos merecemos, al igual que en todos los aspectos de nuestra vida, es por lo que digo que: ¡Yo si tengo una Gran Hermana!.
¿Verdad Encarni?




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