Cuántas veces hemos escuchado en nuestro argot diario esta frase: Parece de ciencia ficción, cuando el que habla se refiere a un hecho insólito o muy difícil de explicar, cuando intentamos comprender algo que ha ocurrido o está ocurriendo que no llegamos a entender.
Pero yo estoy convencido que hay miles de cosas, que por ser corrientes, nunca las catalogamos con ese calificativo, pero que seguramente son mucho más de ciencia ficción, que por ejemplo un ovni sobrevuele nuestras cabezas.
Empezando por la vida misma, por cómo se engendra, por cómo crece en el vientre materno o en un huevo, por cómo se desarrolla y, por cómo después del período de gestación, un ser es capaz de crear otro ser análogo a ella dentro de sí misma...
¿Eso no es de ciencia ficción?
Seguimos con dos personas que no se conocen, que quizás no se han visto en la vida, que nunca han tenido ni siquiera un saludo, y de pronto, en un efímero suspiro del destino, se enamoran mutuamente con una sensación que ninguno de nosotros podremos nunca explicar con palabras...
¿Es ciencia ficción?
Nuestro cuerpo funciona como una máquina perfecta, sabe en cada momento que debe hacer, e incluso muchas veces intenta repararse él mismo; los sentidos, los sentimientos, la memoria, el dolor que avisa que algo va mal, la fiebre que hace más o menos la misma función...
¿Podremos creer que eso no es ciencia ficción?
Los montes, los valles, el cielo, la tierra, la luz y las tinieblas, el agua y el sol, por Dios, ¿Alguien puede imaginar que haya algo más de ciencia ficción que eso?
Pero todo esto es "de a diario", lo tenemos asumido como que es un deber de nuestra existencia tenerlo, pero creo que deberíamos aprender a valorar todas estas cosas y otras muchas más como lo que son: Cosas de ciencia ficción.
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