El otro d铆a estuve escuchando una entrevista con Irene Villa, v铆ctima de una atentado terrorista en Madrid cuando ten铆a doce a帽os, y en el que perdi贸 algo m谩s que sus dos piernas.
Era impresionante escucharla hablar; la sencillez, la capacidad comunicativa, y su fuerza; hablaba del perd贸n, eso de lo que tanto carecemos hoy en d铆a; es dif铆cil perdonar cualquier traici贸n, cualquier falta, cualquier discusi贸n, muchas veces entre la familia; y ella lo ha hecho con los que cometieron el atentado.
Desde el a帽o 1991 hasta nuestros d铆as esta mujer ha tenido que convivir todos los d铆as con su mutilaci贸n, con la psicosis de la bomba lapa en su coche, y a pesar de ello los ha perdonado, considera que perdonar es romper la cadena que te ata con la persona que te ha hecho da帽o, y para ella ha sido liberador.
Incluso comentaba, cosa que me sorprendi贸 bastante, que redact贸 una carta de perd贸n hacia los terroristas que intentaron asesinarla, por la que se siente muy satisfecha.
Hay tantas cosas que perdonar y no lo hacemos, hay tantos perdones que conceder, y tantas personas que nos tienen que adjudicar el suyo, que no s茅 si tendremos o tendr谩n vida suficiente para hacerlo.
Irene procede de Eirene, que en griego significa "paz"; y esta mujer de 37 a帽os, con tres hijos, periodista, psic贸loga y deportista paral铆mpica, solt贸 una frase que podr铆amos aplicar a todos los estratos de nuestra vida y de nuestra historia; en casa, en el trabajo, con amigos y en la calle, es tan dif铆cil el perd贸n...
Pero lo cierto y verdad es que ella dice: Nunca habr谩 paz si no hay perd贸n.
Y ah铆 si que no hay m谩s vuelta de hoja.
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