No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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27 noviembre 2018

LAS CADENAS DE LA CATEDRAL.


Cuando todos y cada uno de nosotros conoció la catedral de Sevilla nos preguntábamos una cosa: ¿Qué significan esas columnas y esas cadenas alrededor de la catedral?
La explicación la tenemos en el asilo en sagrado (del griego “sylos”, seguro)
Acogerse a sagrado era una ley pre-medieval, por la cual, cualquier perseguido por la justicia podía acogerse a la protección de iglesias y monasterios. Se basaba en el concepto jurídico de que cualquier oprimido por las leyes de su país podía ser protegido por la autoridad religiosa, derivado de la antigua costumbre de la hospitalidad.
Las cadenas, encastradas en las columnas que bordean la seo sevillano marcaban el límite de la jurisdicción de la iglesia, por lo que los perseguidos, una vez pasaban las cadenas no podían ser capturados por la ley, porque ésta no las podía rebasar.
Esa legislación, por lo visto, se sigue aplicando en nuestros días en los Países Bajos; en la iglesia protestante de Bethel en La Haya, desde finales de octubre se encuentran asilados los Tamrazyan, una familia armenia que abandonó su país por motivos políticos solicitando asilo en las Países Bajos, y estando en trámite su concesión.
Pues bien, en esa iglesia, y dado que en ese país la policía no puede entrar en ninguna iglesia mientras se esté produciendo un acto de culto, han emprendido desde que llegaron los refugiados unos servicios religiosos que duran ya casi un mes ininterrumpidamente para precisamente impedir que los policías puedan entrar a detener a los expatriados.
No deja de ser curioso que después de diecisiete siglos (el asilo a sagrado se instauró aproximadamente a principios del siglo IV) esta ley, abolida a finales del XX, tenga ese resquicio en los Países Bajos que pueda, de momento, asilar a la familia Tamrazyan.
Si siguiera existiendo esa norma por aquí, la distancia que separa las cadenas del muro de la catedral estaría “abarrotá” como decían los simpáticos Pulga y Linterna.





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