INOCENTES.

Inocente, del latín "innocentis" (el que no perjudica); derivado de "nocere" (hacer daño).

Del significado etimológico de "que no daña", se ha pasado a "libre de culpa"  como consecuencia de no haber hecho ningún daño.

La matanza de los inocentes es un hecho del Nuevo Testamento con carácter singular; el único que lo relata es Mateo y también aparece en "el evangelio apócrifo de la infancia" de autor desconocido, no anteriores ambos al siglo VI.

Ambos textos cumplen con la profecía de Jeremías que decía...

«Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.»

No solo los que teóricamente perecieron el "28 de diciembre" son inocentes; hay varios conceptos más de inocencia, a saber:

-Creer que nos va a resultar gratis la investidura del presidente del gobierno; inocente.

-Imaginar que con este ritmo de gasto público va a haber dinero bastante para sanidad, educación y pensiones; inocente.

-Fantasear que todo el mundo es como tú: sincero, formal, leal, entregado a los tuyos, honrado, eso también es de inocente.

-Figurarse que la felicidad consiste en tener mucho poder, mucho dinero; inocente, inocente.

-Soñar con un mundo mejor libre en envidias, rencores, guerras, enfrentamientos, i n o c e n t e.
¿Y nos gusta dar inocentadas?

¿Nos damos cuenta cuan inocentes somos?

¿Nos percatamos de que los "nocentes" (los que hacen daño) nos comen cada vez más el terreno?

Si inocente significa todo esto...

¿A que viene darle tanto por saco a los inocentes?

¿Qué os han hecho los inocentes para que los maltratéis de esa forma?

Si el uno de noviembre es el día de todos los Santos, el día de hoy debería de ser el de los inocentes, los sin culpa, los confiados, los que se lo creen, y también por añadidura la conmemoración de la matanza.

¡Seguid siendo inocentes!, ser inocente es tener el corazón puro.