COMPRAR EL TIEMPO.

Todas las guerras, todas las querellas, todos los enfrentamientos, todas las ansias de poder, todo quedaría en agua de borrajas si se pudiera comprar el tiempo.

¿Os imagináis lo que sería que los poderosos tuvieran la facultad de poner "pasta" encima de la mesa y pudieran comprar minutos, horas, días, semanas, meses o años?

Qué sería de los poderosos, y peor... ¿Qué sería de los que no tienen nada?; es ahora, que saben que por mucho que atesoren no se van a llevar ni un "chavo" y tienen a millones de personas en la miseria, si les pudieran quitar a los pobres los pocos recursos que le quedan para adquirir tiempo...

Uff, no lo quiero ni pensar.

El tiempo camina lentamente cuando deseas alcanzar un objetivo o conseguir un resultado, en suma es una regla inversamente proporcional: Cuánto más rápido quieras que pase más se detiene, y cuando quieres que se detenga corre que se las pela.

La partida de ajedrez continúa mientras Dios quiera, mientras que el destino lo pretenda, y por mucho que quieras, por mucho que lo intentes...

"Tu tiempo se agotará cuando llegue tu tiempo" (J.M. Bou) ni más ni menos, ni menos ni más.

Como todos desconocemos cuando vendrá la de la guadaña a visitarnos, esa despiadada cortadora de cabezas que va decapitando a diestro y siniestro sin preguntar ni nombre, ni apellidos, ni saldo en el banco, ni acciones en bolsa; no tenemos más remedio que acelerar nuestra existencia viviendo cada momento que nos toque vivir, cada día, cada mes, cada año, y eso sí, sin malas caras ni cabreos, ni malos modos, haciendo bien las cosas, y por supuesto sin nerviosismos que nos hagan errar en nuestro cometido haciéndonos perder nuestro valioso tiempo en repetir lo errado.

Termino con esta frase de Francis Bacon, lord ingles, filósofo y pensador (1561-1626)...

"Un joven en años puede ser viejo en horas, si no ha perdido el tiempo"

¡Pues a aprovecharlo ya que comprarlo es, de momento y gracias a Dios, imposible! 

Foto extraída de la pagina: franciscotorreblanca.es