DORMILONES.

El lirón careto se llama así porque tiene una especie de mancha como un antifaz negro en la cara, suele ser abundante en los campos, sobre todo en los olivares; estos animalitos son muy listos, invernan durante los meses de invierno, y también estivan, ojo, en los meses de julio y agosto. Antes de ello se atiborran de frutos otoñales y de bellotas.

"Dormir como un lirón" es un dicho muy popular y se sustenta en lo dicho anteriormente.

Pero como siempre, unos tienen la fama y otros escardan la lana.

Hay ranas, abejas y abejorros, aves, erizos, murciélagos, marmotas, caracoles, tortugas, algunas serpientes, y los más grandes, los osos.

Pero todos estos animales no tienen otra cosa que hacer que atiborrarse de comida antes de pasar a "casa" a descansar, y echar una larga temporada “arrascándose las partes bajas”.

Lamentablemente hay gente muy importante, con unas responsabilidades tremendas, que por lo visto no tienen otra cosa que hacer que meterse en su cueva y echarse a dormir.

Estos interfectos, léase también interfectas, no tienen otra cosa que hacer que esconderse, que liarse una manta a la cabeza y desaparecer.

¡Hay que dar la cara coño!

Cuando te equivocas, cuando haces algo indebido, si te pasas de la raya en lo que obras, en lo que dices, hay que dar la cara.

Las faltas no se arreglan escondiéndose, los errores no se solucionan quitándose de en medio, los abusos se resarcen, y por los daños, por lo menos, se pide perdón.

Ah, pero estos lirones de guante blanco no hacen nada de esto, se limitan a desaparecer hasta que la cosa mejore, el mal desaparezca, o el problema se solucione.

¡Y eso es una falta de dignidad!

Y lo más doloroso es que cobran un pastón por hibernar durante mucho, mucho, mucho tiempo.

Me quedo con el lirón, este es más lindo.

Foto extraída de la página: quo.es