Hoy ha sido: "Here, there and everywhere", y cómo no, de The Beatles; desde las siete y media que me desperté, son las 16:53 y sigo con el "nananå" en la cabeza.
Pero que sepĂĄis que no solo son canciones de The Beatles, porque por mucho que me gusten, dentro de esta cabecita aflora cualquier tipo de melodĂa cuando me despierto; el otro dĂa recuerdo que fue una de Marisol, anteriormente Boney M, y hasta "Highway to hell" de AC&DC, y...
¡Coño que no hay forma de quitĂĄrselas de la cabeza en todo el dĂa!
¿Por quĂ©?
Pues bien, la masificaciĂłn de la mĂșsica, a todas horas y en todos los entornos, hace que estemos expuestos constantemente a melodĂas, y a eso se une la conexiĂłn de ellas con nuestras emociones despertando nuestra memoria motora.
Con todo esto, llegamos al: "bucle fonolĂłgico" memoria temporal que se queda ahĂ en el aire junto a las listas de la compra o las tareas del trabajo hasta que el cerebro las desecha, o si bien son imprescindibles, las pasa a la memoria a largo plazo.
En ese bucle fonolĂłgico se memorizan temporalmente los "tracks" (trozos de canciones procedentes de anuncios, zapping, sonido del telĂ©fono, cualquier pĂĄgina de facebook, vĂdeos de whatsapp, etc.) y estĂĄn ahĂ por un perĂodo indefinido; y como cada vez se escucha mĂĄs mĂșsica, mĂĄs grande es la memoria "RAM" (comparĂĄndola con la del ordenador). Y si el cerebro en "stand by"(cuando duerme), conexiona alguno de nuestros sueños no recordados con esas canciones que pululan en nuestra memoria... ¡Zas!
Nos despertamos con la cancioncita de los cojones metida en la cabeza.
Que os sea leve.
Foto extraĂda de la pĂĄgina: achando.net |
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