No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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04 enero 2021

LA NAVIDAD ES UNA TÓMBOLA.

Este fin de semana se van definitivamente las Navidades; en estos días solo quedarå desmontar lo montado, retirar las luces, guardar el årbol y el Belén, y empezar a descambiar los regalos mal comprados.
Este año, la Navidad ha sido una tómbola, cada vez que salíamos a tomar algo con amigos, en cada momento que nos reuníamos en casa con mamå y con la familia, a cada rato que salíamos a pasear por las calles, siempre eståbamos comprando boletos para el gran sorteo del Covid19, aunque estemos en 2021.
Hemos estado adquiriendo demasiados boletos, incluso muchos han estado comprando muchas mĂĄs papeletas de las mĂĄximas autorizadas a comprar.
Han sido unos dĂ­as de falsa libertad monetaria, se ha liberado todo para que no se hundiera definitivamente la economĂ­a a costa de comprar demasiadas papeletas.
Y hablando de tĂłmbola y papeletas, recuerdo cuando a todos los que Ă­bamos a la Farmacia de Rossi a jugar, a cantar, a aprender o a lo que viniera bien, nos ponĂ­an a liar papeletas cerrĂĄndolas con un trocito de pajita de beber para que no se desliaran.
Era una tĂłmbola que habĂ­a en la calle Real de mi ciudad, en el salĂłn Parroquial, hace mĂĄs de cuarenta y cinco navidades, y que hubo una Ă©poca en la que los altavoces parroquiales conectados a un cable desde la misma tĂłmbola, proyectaban al cielo de SanlĂșcar los compases musicales de The Beatles, gracias a mi gran amigo Enrique SĂĄnchez y su osadĂ­a.
En esa, no se sorteaba infectarte con el Coronavirus de los cojones, y aunque fuera con un tocadiscos y altavoces cascados, aunque se pasara mĂĄs frĂ­o que lavando rĂĄbanos, aunque nos dejĂĄramos algunos duros en papeletas que al final solo nos daban chucherĂ­as, todo mereciĂł la pena, la mĂșsica se escuchaba desde la carretera, que es la que yo tenĂ­a que cruzar para bajar a la plaza.
¡Y quĂ© bien sonaba lo que discurrĂ­a por ese cable que cruzaba la plaza hasta la fachada de la parroquia!
Recuerdos de unas Navidades que se fueron al igual que las de este año, de infausto recuerdo; y dado que hemos comprado tantas papeletas, pues nos ha tocado de nuevo jodernos.
Y vamos adelante.


Foto extraĂ­da de la pĂĄgina: infohuevar.es



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