En 1889 Charles Edouard Brown-Séquard, que tenía entonces 65 años, informó a la academia francesa de medicina de un revolucionario tratamiento antienvejecimiento. Éste consistía en inyectarse un extracto de sangre, semen y testículos pulverizados de perros y conejillos de indias.
Brown-Séqueard había auto-experimentado el tratamiento rejuvenecedor durante una docena de años.
A las pocas semanas de haber publicado el informe, los médicos empezaron a recetar este elixir de forma masiva a las personas ancianas, pobres perros y cobayas.
Desconozco los efectos beneficiosos, solo se que murió con 77 años.
Cultivó los campos de la endocrinología, de la fisiología y de la neurología, por lo que fue bastante más conocido que por machacar testículos.
En 1849 describió por primera vez el síndrome Browm-Séquard (lesión hemilateral de la médula que produce parálisis de un lado y anestesia en el otro) después de la hemisección de la médula).
Ah, a algunos de los que se dedican a utilizar sus genitales para hacer daño a los demás, en especial a los pequeños, habría que ponerlos en manos del doctor Brown-Séquard para que hiciera algunos experimentillos con ellos.
En fin un poco de historia no viene mal para no cometer los mismos errores.
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